​Unas 2.000 personas se manifestaron el jueves por la noche en Bucarest después de que el Senado rumano se negara a retirarle la inmunidad, el lunes, a un exministro de Interior acusado de "homicidio involuntario", una decisión que bloquea la investigación de la fiscalía anticorrupción (DNA).

Protest OpreaFoto: Sebastian Rotaru

    Los manifestantes interrumpieron temporalmente el tráfico delante de la sede del Senado, enarbolando pancartas con lemas como "La corrupción mata" y gritando "¡Vergüenza!".

El DNA había abierto una investigación en octubre tras la muerte de un motorista de la policía que escoltaba al exministro Gabriel Oprea, mientras el cortejo circulaba a una velocidad excesiva.

Los fiscales acusan al exministro de haber utilizado escoltas policiales de manera abusiva y también de haberse servido de un vehículo de alta gama comprado por su ministerio, algo que iría en contra de la ley.

"Los diputados no pueden actuar como quieran, sino según el mandato dado por los electores. No deben defenderse entre ellos, deben crear leyes para que el país pueda avanzar", declaró a la AFP Gabriel Patilea, un joven manifestante.

Unos cientos de personas también protestaron el jueves por la noche en otras ciudades de Rumanía, según los medios.

Oprea, ministro en el gobierno socialdemócrata en el poder hasta noviembre de 2015, se declaró inocente e instó al senado, dominado por los socialdemócratas, a rechazar la solicitud del DNA.

El presidente Klaus Iohannis y el embajador estadounidense en Rumanía, Hans Klemm, criticaron la votación del lunes. Klem expresó su "decepción" respecto a la decisión del Senado, subrayando que "nadie debería estar por encima de la ley".

En la Unión Europea desde 2007, Rumanía es vigilada de cerca por Bruselas en lo que concierne a la reforma de la justicia y la lucha contra la corrupción. En sus informes anuales, la Comisión Europea criticó al Parlamento de Bucarest por haber rechazado levantar la inmunidad de varios cargos electos investigados por el DNA.