El ministro rumano de Sanidad, Patriciu Achimas-Cadariu, dimitió hoy en medio de un escándalo por la mediocre gestión de los productos de desinfección en los hospitales, que estaban tan disueltos que perdían su efecto de limpieza higiénica.
El primer ministro Dacian Ciolos, que había criticado al ya ex ministro por su actuación, señaló que había aceptado su dimisión.
Por su parte, el presidente rumano Klaus Iohannis pidió el pasado viernes un plan de acción de manera urgente para hallar las irregularidades en el aprovisionamiento de los desinfectante de los centros de salud.
Esta polémica golpeó al ex ministro tres meses después de que tres niños murieran y tras tantos enfermeras por una infección por causas que se desconocen.
Las autoridades sanitarias detectaron a principios de mayo que unos cincuenta hospitales del país, entre ellos nueve de Bucarest, han utilizado productos de desinfección de mala calidad.
Según una investigación periodística, las responsabilidades también recaen sobre la farmacéutica Hexi Pharma, quien no sólo disolvía el producto sino que lo vendía por casi diez veces más caro de su precio inicial.
Se trata de la cuarta salida del Gobierno tecnócrata en menos de un mes, tras las dimisiones de los responsables de Cultura, Vlad Alexandrescu; Fondos Europeos, Aura Raducu; y Trabajo, Ana Costea.
