El primer ministro rumano, Dacian Ciolos, prometió conceder una ayuda económica urgente a Moldavia y trabajar juntos para enderezar el camino de esta ex república soviética hacia la Unión Europea, a cambio de llevar a cabo de reformar su sistema y terminar con la lacra de la corrupción.

Dacian Ciolos si Pavel FilipFoto: gov.ro

“Antes de enviar el primer paquete de financiación, deseamos medidas concretas que demuestren el deseo de reformas”, señaló Ciolos en rueda de prensa en Bucarest.

En cambio, Ciolos exigió que el nuevo Ejecutivo moldavo ejecute reformas para proceder al primer préstamo de 60 millones de euros de los 150 millones de euros del paquete de ayuda que se selló el pasado año.

El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, pidió el pasado 9 de noviembre que se revisara la ley que prevé el acuerdo de un préstamo de 150 millones de euros a Moldavia por su inestabilidad política.

Moldavia, el país más pobre de Europa, está sumido en el escándalo de la desaparición de mil millones de dólares que se evaporaron en cuentas extranjeras, lo que ha socavado la confianza de la ciudadania sobre los líderes proeuropeos.

Por su parte, el flamante primer ministro de Moldavia, Pavel Filip subrayó que su Gobierno representa la “última oportunidad” para volver a ganarse la confianza de los ciudadanos, que reclaman insistentemente elecciones anticipadas.

“Se trata de la última oportunidad para conseguir otra vez la confianza de los moldavos y de nuestros socios internacionales”, declaró Filip.

El jefe del nuevo Gabinete necesita imperiosamente el dinero para pagar a los funcionarios y a los pensionistas, que llevan dos meses sin cobrar.

Filip avisó que los manifestantes que recurran a la violencia para protestar se verán ante la ley.

Alrededor de unas 40.000 personas se manifestaron el domingo en Chisinau, la capital de Moldavia, para pedir la disolución del Parlamento y se convoquen elecciones anticipadas.

Desde hace un año que se iniciaron las manifestaciones tras conocerse la desaparición de 915 millones de euros del sistema bancario, lo que equivale al 15 % del Producto Interior Bruto.

Este escándalo ha provocado el arresto del ex primer ministro Vlad Filat, sospechoso de haberse quedado con 200 millones de dólares.

Moldavia formó Gobierno por tercera vez en menos de un año bajo un clima de tensión que recuerda a la revolución Twitter de 2009 e, incluso, muchos ciudadanos hablan de la reclamación de independencia de la Unión Soviética.

Chisinau cerró en 2014 un acuerdo de asociación con la Unión Europea que originó el enfado de Moscú, pero Rusia mantiene demasiados frentes geopolíticos y una crisis económica interna que hace pensar que dejará tranquila esta pequeña ex república soviética, según los manifestantes.

En un país donde el censo o las estadísticas son poco fiables, se considera que cerca del 80 % de la población es de origen rumano, que conviven con minorías rusas y ucranianas.

La Unión Europea y Rumanía se han declarado a favor del actual Ejecutivo, sostenido del oligarca Plahotniuc (conocido por proxeneta), para enderezar su camino hacia Bruselas.

Sin embargo, hay una mezcla de manifestantes de izquierdas y derechas, prorusos y proeuropeos, que realmente buscan la salida de los corruptos.