El nuevo Gobierno rumano presidido por el tecnócrata Dacian Ciolos recibió hoy la confianza del Parlamento para comenzar su andadura en la que se espera que extirpe la corrupción de la clase política, tras la salida del Gabinete del socialdemócrata Victor Ponta. Con un total de 389 votos a favor de los 547 diputados, el nuevo Ejecutivo ha sido elegido para dirigir el país hasta las elecciones legislativas previstas para finales de 2016.

Dacian CiolosFoto: Agerpres

"Considero que han entendido y aceptado lo que nos hemos propuesto a hacer", con el objetivo de "recuperar la confianza de los ciudadanos", señaló Ciolos tras conocer la aprobación de su investidura.

Transparencia, responsabilidad y apertura hacia el diálogo constituyen los tres principios fundamentales, sostiene, de los que se basará su Gabinete, compuesto por gente joven con experiencia en instituciones europeas y en el sector privado, así como por activistas y diplomáticos.

La principal causa del malestar de la ciudadanía pasa por la corrupción reinante al más alto nivel, aunque también largamente extendida por todos los espectros de la sociedad.

"Subrayo el apoyo incondicional y falta de cualquier injerencia por parte del Ejecutivo frente a la independencia de la justicia y la lucha contra la corrupción", precisó el antiguo comisario europeo de Agricultura.

Consciente de que necesita a los políticos para sacar adelante medidas gubernamentales, Ciolos tendió su mano a los parlamentarios: "Tendréis en el Gobierno a un socio permanente y abierto".

El hasta ahora asesor del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en materia de seguridad alimentaria, también aseguró que no pretende substituir a la clase política, puesto que considera que la democracia no puede existir sin políticos o partidos.

"Los momentos en los que se apelan a los gobiernos de expertos son excepcionales; solo podemos gobernar al lado de las fuerzas políticas representadas democráticamente en el Parlamento", afirmó.

En cuanto a la situación económica, el flamante primer ministro abogó por "la estabilidad macroeconómica y un presupuesto equilibrado", dos elementos "esenciales que impulsen el crecimiento".

"La economía rumana está integrada en el mercado común europeo, de modo que debemos estar a ese nivel", indicó Ciolos, quien prometió que respetará los acuerdos de estabilidad financiera con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El crecimiento económico del país se sitúa en un 3,7 % en los primeros nueve meses del año, pero la UE y el FMI temen que el déficit suba por la rebaja fiscal y el aumento de los salarios de los funcionarios, aprobado por el gobierno saliente.

Al frente del Ministerio de Finanzas, Ciolos colocó a Anca Paliu-Dragu, que ha trabajado como experta en la UE y en FMI y que será la encargada de negociar una nueva línea de crédito internacional.

Por su parte, las principales formaciones políticas, el Partido Social Demócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), advirtieron que tampoco se lo pondrán fácil si no están de acuerdo en sus decisiones.

"Nuestro voto no será un cheque en blanco, lo apoyaremos mientras que continúe con las medidas que hemos puesto en marcha", avisó el presidente del PSD, Liviu Dragnea.

El presidente del Senado y ex primer ministro, el liberal Calin Popescu-Tariceanu, atacó su investidura, pese a que lo nombró él mismo como ministro de Agricultura en 2008.

"La tecnocracia mata la democracia", dijo Popescu-Tariceanu en alusión a los números cánticos "La corrupción mata" de miles de manifestantes que inundaron las calles de Bucarest y otras ciudades, tras el incendio en una discoteca de Bucarest el 30 de octubre que se saldó con la muerte de 56 personas.

En homenaje a los fallecidos por el club Colectiv de la capital rumana, que provocó la caída del anterior Ejecutivo el pasado 4 de noviembre, Ciolos indicó que "entre todos se deben eliminar las causas de esta tragedia, sobre todo la corrupción".