El Gobierno rumano ha convocado este miércoles al embajador de Hungría para expresarle su malestar por la decisión de las autoridades húngaras de levantar una nueva valla en la frontera con Rumanía, un proyecto que considera "contrario al espíritu europeo", informó Reuters.
El Ejecutivo húngaro pretende ampliar la valla fronteriza con Serbia para que abarque también la frontera con Rumanía. Militares, policías e ingenieros húngaros han comenzado este miércoles a marcar la zona donde se levantará esta nueva verja.
El ministro de Exteriores rumano, Bogdan Aurescu, ha citado al embajador húngaro en Bucarest para trasladarle el malestar por las "inaceptables" declaraciones pronunciadas en los últimos días por el jefe de la diplomacia de Hungría, Peter Szijjarto, y el primer ministro, Viktor Ponta, que habrían tratado de contagiar a Rumanía un "conflicto artificial".
Aurescu ha abogado en un comunicado por la "cooperación" y por la búsqueda de soluciones a partir de un "espíritu europeo". En este sentido, ha criticado que no se tenga en cuenta la opinión de Bucarest para adoptar iniciativas unilaterales, entre ellas la extensión de la polémica valla fronteriza.
El Gobierno rumano ha subrayado que, actualmente, el levantamiento de esta verja no está justificado ya que no se ha detectado una redistribución del flujo migratorio tras el endurecimiento de los controles de acceso en la frontera entre Serbia y Hungría.
