Los partidos proeuropeístas de Moldavia lograron imponerse por un escaso margen a las fuerzas prorrusas en las elecciones parlamentarias celebradas ayer, al darse la vuelta el resultado a medida que avanzó el escrutinio de madrugada, publica el diarioLa Vanguardia.
Con cerca del 88 por ciento de los votos escrutados, los tres partidos favorables a la integración con la Unión Europea sumaban el 44 por ciento de los votos, frente al 40 por ciento de las formaciones más cercanas a Rusia.
El Partido Liberal Democrático del primer ministro Iurie Leanca y otros dos proeuroeístas -el Democrático y el Liberal- han gobernado Moldavia desde 2009 y firmaron un Acuerdo de Asociación con la UE que anoche parecía en peligro, cuando el prorruso Partido Socialista encabezaba el recuento.
La coalición proeuroeísta había planteado estos comicios como un plebiscito sobre el rumbo europeo tomado por el país bajo su mandato, con el telón de fondo de la crisis provocada en la vecina Ucrania por el mismo pulso entre prooccidentales y prorrusos.
Los últimos resultados indicaban que el Partido Liberal Democrático, con un 19,30 de los votos, el Democrático (15,76), y el Liberal (con cerca del 10 por ciento), aglutinaban más del 44 por ciento de los votos.
El Partido Socialista había planteado denunciar el Acuerdo de Asociación con la UE firmado este año en caso de ganar.
Aunque ha obtenido cerca de un 22 por ciento de los votos -que sumados a un 17 por ciento de los comunistas supone un resultado cercano al 40 por ciento- los europeístas han logrado finalmente imponerse.
El líder del PS, el excomunista Igor Dodón, había defendido en la campaña la denuncia del Acuerdo con Bruselas y la integración en la Unión Aduanera liderada por Rusia.
Apenas un 55,86 por ciento de los 2,7 millones de moldavos con derecho a sufragar acudieron a las urnas, la participación más baja desde hace al menos quince años.
Aunque más de 200.000 habitantes de la región separatista moldava de Transnistria forman parte del censo electoral, no participaron en los comicios.
La región, una franja de tierra enclavada entre Ucrania y Moldavia habitada por poco más de medio millón de personas, de los cuales entre 150.000 y 200.000 son rusos, rompió lazos con Chisinau tras una guerra civil (1992-93) que costó la vida a centenares de personas.
