La policía rumana procedieron este jueves a realizar varios registros en oficinas de la refinería de Petrotel, del grupo petrolero ruso Lukoil, en Ploiesti por supuesto delito de evasión fiscal y blanqueo de dinero.
Se estima que el perjuicio causado al Estado asciende a los 230 millones de euros, de los que 112 millones por fraude fiscal y 118 millones por blanqueo de capitales, señaló la Fiscalía de Ploiesti, donde la compañía concentra su actividad.
Unos 150 policías registraron 23 establecimientos de la refineríaa Petrotel, de la que Lukoil ostenta el 97 por ciento de las acciones.
Lukoil, que compró la refinería Petrotel en 1998, cuenta en la actualidad con una red de cerca de 300 gasolineras, que cubre el 20% del mercado de combustibles del país balcánico.
En 2013, el gigante ruso facturó 1.240 millones de euros en Rumanía, un 20 por ciento menos que el año anterior.
