El Tribunal Supremo de Rumanía condenó hoy a los ex ministros de Economía y Telecomunicaciones, Codrut Seres y Zsolt Nagy, a seis y cinco años de prisión por alta traición y pertenecer a un grupo de crimen organizado, respectivamente.
Seres (2004-2007) y Nagy (2005-2007) fueron declarados culpables de haber revelado en 2006 secretos de Estado a inversores extranjeros, interesados en adquirir compañías estatales que se hallaban en proceso de privatización.
Entre las empresas públicas se encontraban Romtelecom, Posta Romana (Servicio de Correos) o la aeroespacial Romaero.
Incluso se intentó influenciar en la venta de un paquete de acciones de la petrolera rumana, Petrom, precisaron los fiscales.
Ambos podrán recurrir la sentencia ante la Alta Corte de Casación y Justicia rumana.
El Servicio Rumano de Información (SRI) comenzó a indagar el caso hace siete años tras detectar amenazas contra la seguridad económica del país balcánico provenientes de un consorcio internacional.
Entonces, se trató de la primera acusación de traición desde la caída de la dictadura comunista en diciembre de 1989.
En el mismo expediente, también fueron condenados otros dos ciudadanos búlgaros, Stamen Stanchev y Vadim Benyatov, a 11 y 10 años de cárcel, respectivamente, y el checo Michal Susak a 10 años por espionaje económico.
