Rumanía casi duplicó las investigaciones contra el fraude en la gestión de los fondos comunitarios, aunque el número de sentencias “sigue siendo insatisfactorio”, explicó hoy el director de la Oficina europea de Lucha Antifraude (OLAF), Giovanni Kessler, durante su visita de un día a Bucarest. “Hemos visto en los últimos meses un aumento de denuncias que provienen de personas privadas, lo que significa que OLAF se conoce más y es más creíble”, señaló en una conferencia de prensa sobre los casos que se están investigando en Rumanía respecto al fraude de fondos europeos.

Kessler resaltó la importancia de que exista un equilibrio entre las reclamaciones recibidas por parte de los ciudadanos y las instituciones gubernamentales de los Estados miembros, “puesto que un desequilibrio en este sentido significa una falta de cooperación con estos órganos que luchan contra el fraude”.

El Departamento rumano de Lucha Antifraude (DLAF) incrementó casi dos veces el número de acciones de control frente a la media de 2010 y 2011, de los 310 casos frente a los 178 y 114, respectivamente.

Los fondos estructurales destinados a recursos humanos, agricultura y crecimiento económico han sido los programas con más denuncias durante el pasado año.

El máximo responsable de OLAF subrayó que “el gasto correcto del dinero europeo en un periodo de crisis y pocas inversiones asegura el desarrollo y la protección social a los ciudadanos europeos”.

El valor de los proyectos aumentaron casi cinco veces, de los 247.140.915 en 2011 a los 679.572.779 en 2012.

Preguntado por la clasificación a nivel europeo sobre el fraude de los fondos europeos, Kessler explicó que se publicará un informe al respecto el próximo 23 de mayo.