Barroso explicó que los problemas de Europa radican en las deudas irresponsables del sector privado y de su compartamiento incorrecto. "La UE es parte de la solución, no una fuente de problemas", señaló.

Jose Barroso la BucurestiFoto: Hotnews

"No se puede continuar con la desigualdad, puesto que el proyecto europeo es uno de convergencia. Hacemos progresos pero no los suficientes. No podemos ignorar que hay una tendencia peligrosa en algunos lados de Europa. La falta de convergencia alimenta los debates populistas que tienen como objetivo el final de Europa", indicó Barroso.

"Hay que transmitir a los ciudadanos que las reformas difíciles son necesarias pero es la única manera para mantener la competitividad de Europa. Algunos aseguran que necesitamos más solidaridad y otros más disciplina. Yo digo que ambos", prosiguió el presidente de la institución europea.

Barroso apoyó la profundización de la unión económica, fiscal y política. "Esta es la solución. La zona euro no es una organización caritativa de la Unión Europea", dijo.

El presidente aclaró que se tiene que elegir cuánto dinero queremos invertir en la convergencia, en el crecimiento económico y gastar los fondos europeos de la mejor manera posible.

"Si deseamos el crecimiento, entonces tenemos que sostener el instrumento más importante de apoyar las inversiones y esto pasa por el presupuesto de los próximos siete años. Sin inversión no podemos crecer", declaró.

"Este dinero que está destinado a la cohesión no se trata sólo de que tenga que ser gastado sino un objetivo a nivel europeo", aclaró Barroso.

"No se puede seguir con el crecimiento del pasado, alimentado por el crédito artificial o el gasto público", añadió.

"Estamos trabajando en otras iniciativas que pueden ser una solución como una tasa por la transacción financiera", afirmó.

Barroso apoya el fortalecimiento de la disciplina presupuestaria, la adopción del mecanismo de vigilancia para los bancos y elaborar el presupuesto durante el periodo 2014-2020.

El presidente de la Comisión Europea mantuvo una reunión con el primer ministro rumano, Victor Ponta, a quien le comunicó que peligra los fondos europeos a Rumania.